martes, 8 de noviembre de 2011

Capítulo 1

I


Los días transcurridos


Recostada en la cama, cambiaba de posición cada dos por tres. Las sábanas estaban empapadas de su propio sudor, y la ventana abierta de par en par no colaboraba con el calor de la habitación. La joven, retorciéndose sobre su melena castaña, comenzó a abrir poco a poco los ojos, con gran dificultad por la luz de la bombilla que colgaba del techo. Paseo lentamente la mirada por el dormitorio intentando recordar lo que pasó. Al lado de la cama yacía una pequeña mesa rústica en donde había un bote pequeño de píldoras, un móvil y un paquete de tabaco. Al menos reconoció sus pertenencias. Se incorporo con dificultad y se llevo las manos a la cara para despejarse. Aquello era suyo, tanto el móvil como el paquete de tabaco, pero las píldoras no las recordaba. Al levantarse de la cama vio en un rincón de la cómoda un vaso de cristal roto.

- Drogada... - supuso la joven -

Paseo por el dormitorio y se planto ante el espejo que colgaba muy cerca de la ventana abierta. Su cabello lacio caía en cascada sobre sus hombros; estaba encrespado. Su tez pálida con las mejillas rosadas hacía que sus ojos verdes resaltasen, pero ahora mismo no eran los ojos lo que resaltaba, sino la mancha de sangre que tenía en la ropa. La joven se percato de que no era la única mancha que tenía en la ropa. Parte de su hombro también, y el resto de manchas estaba repartida por la habitación, como si hubiese ocurrido una terrible carnicería humana. Sin pensarlo ni un segundo corrió hacia el cuarto de baño y abrió los grifos; pero no salía agua, solo una bocanada de aire.

- No hay agua.... - susurro - Uhm... ¿y esto que es? -

En el toallero vio un ejemplar de periódico plastificado y con manchas de sangre en el envoltorio. La joven lo extrajo con cuidado y echo un vistazo a las hojas. 

- Liberty City evacuación... no es seguro las calles.. - leyó - Ellos han tomado la ciudad...

Ella continuo leyendo los titulares hasta que una imagen la impactó por completo. Un grupo de personas estaban arrodilladas ante dos agentes de policía. Según la imagen, le comenzaban a destripar todos sus órganos. La joven ladeo la cabeza al reconocer los intestinos en manos de aquel grupo, y tiro el periódico al suelo. Estaba claro que algo había pasado en su ausencia cuando estaba dormida, o drogada en este caso. Salió del cuarto de baño y tomo su móvil sin pensar ni un momento. Miro su agenda, y sin pensar ni un momento llamo a Mike, su único contacto agregado. Su móvil no daba señal, y enfurecida lo lanzo contra la pared, golpeando fuerte en el espejo.

- Maldita sea... - resoplo - Debo salir de aquí cuanto antes... -

Tomo el paquete de tabaco y corrió hacia la puerta del fondo del dormitorio, que accedía directamente al pasillo del bloque; o más bien hotel. Justo antes de posar la mano en el pomo descuidado de la puerta, desde el otro lado se escuchaba una...dos...incluso varias respiraciones al unísono. La joven echo el pestillo y poco a poco se alejo de la puerta. Ella miro sin pestañear la puerta, donde al cabo de unos segundos esas respiraciones cesaron. Suspiro aliviada, y pensó que fue producto de su imaginación, pero al acercarse nuevamente a la puerta, desde el otro lado comenzaron a golpearlo y los gemidos aumentaron a más. Ella retrocedió lo más rápido que pudo hasta caer de espaldas sobre la cama.

- ¿Que diantres....? - 

De repente, la puerta comenzó a quebrarse de golpe. La joven se llevo las manos hacia su boca y oculto el pequeño grito que emitió. Quizás eran cuatro, o quizás seis, pero grandes brazos aparecieron moviendo los dedos como para poder continuar. Su piel era aterradora, y el olor que emanaba de ellos era putrefacto. Poco a poco consiguieron abrir un pequeño orificio en la puerta, y una cabeza cadavérica se asomo con sed de sangre. Ella saltó de la cama y se alejo lo más posible de la puerta. Poco a poco la puerta comenzaba a caer ante aquellas criaturas, así que no tuvo otra opción de escapar por la ventana. Por suerte de ella, la cornisa era bastante ancha, lo suficiente como para andar por la cornisa hasta llegar a la escalera de incendios de la habitación contigua. 

- Esto no puede estar ocurriendo... - maldijo cuando miró hacia abajo, la caída que le esperaba si cayese de la cornisa - 

Cuando de sus frágiles manos se posaron en la barandilla de las escaleras de incendios, suspiro aliviada. Descendió sin pensar las escaleras, y dio un pequeño salto para llegar al suelo. Alzo la vista hacia su habitación; en un quinto piso; y vio como aquellas criaturas se asomaban por la ventana en busca de ella.

- Asquerosas criaturas... - mascullo - 

Tomo de su paquete un cigarro, y lo prendió para fumárselo. Para ella, todo era un sueño, pero un sueño tan real que era aterrador. La joven comenzó a caminar por el oscuro callejón hasta el final, en donde se accedía a las calles de Liberty City; su ciudad. Toda la calle principal estaba completamente abandonada, y varios vehículos estaban apilados sobre llamas. Comenzó a preocuparse, quizás las noticias y titulares de la prensa estaba en lo cierto. La ciudad había sido evacuada.

- ¡Hola! - grito - ¿Hay alguien aquí?, ¡HOLA! - chillaba en busca de alguien o de alguna respuesta - ¿No hay...nadie...? -



*  *  *  *  *  *


Joe'S Cocó era el lugar más conocido de Liberty City. Situado a dos calles más abajo de la calle principal, sufría un pequeño asedio. El local de dos plantas estaba completamente infectado de aquellas criaturas.

- ¿Aún siguen esas cosas ahí? -

- Si... siguen en el bar... - 

Echando un breve vistazo desde el cuarto de descanso de los empleados, los pocos sobrevivientes del Joe'S Cocó se mantenían en pleno silencio. Llevaban días ahí encerrados, en un pequeño cuarto con un único sofá y completamente a oscuras. Ocultos ahí, dos camareros del Joe'S Cocó y un cliente del lugar se resguardaban de las criaturas.

- ¿Alguna idea de escapar de aquí? - pregunto uno de ellos - ¿No hay puerta trasera o algo? -

- Por las cocinas - comento Leo, que llevaba casi cuatro años trabajando en ese local - Pero para eso tendríamos que atravesar todo el salón principal de las mesas y entrar en las cocinas, que posiblemente también halla de esas cosas -

- Pues vayamos por ahí ¿no? - propuso el hombre - No perdemos nada.... -

- Nuestras vidas tal vez... - salto Anna, la otra camarera del Joe'S Cocó - Leo... ¿hay alguna otra posibilidad de llegar a las cocinas que no sea esa? -

- Lo siento, pero no... - dijo Leo, haciendo que la poca esperanza de Anna desapareciera - Si por lo menos funcionase los móviles....pero ni eso -

Anna recorrió de un lado a otro la estancia y después se tendió en el sofá. Miro a Barny, que era el otro hombre que estaba con ellos.

- Si hemos estado días aquí encerrados, podemos intentar ir a las cocinas con el mero silencio posible. Esas criaturas son lentas...dudo que nos puedan coger -

- Oh si, buena idea - ironizo Anna - Pero tu primero Barny... -

- Anna, él tiene razón. Somos más rápidos que ellos, y nos conocemos Joe'S Cocó como la palma de nuestra mano... podemos intentarlo ¿no crees? -

- Usted manda... - mascullo Anna incorporándose del sofá - 

Leo asintió, y con sumo cuidado abrió lentamente la puerta, dejando entrar un poco de aire fresco del local en la estancia. Se asomo brevemente, y vio que varias criaturas, exactamente ocho, merodeaban de un lado a otro por el salón de las mesas. El camino hacia la cocina estaba totalmente libre, aunque podía ocurrir de que alguno de éstos se percatasen de su presencia. Leo tomo la mano de Anna, y Anna de Barny; después salieron del cuarto con sigilo. Caminaron de rodillas por el suelo, ocultándose detrás de las mesas para no ser vistos.

- Asustan... - susurro Anna, que tenía a una criatura a dos mesas por delante -

- Venga, no nos entretengamos... - salto Leo -

Continuaron arrastrándose por el suelo hasta que alcanzaron la puerta de las cocinas. Una vez ahí se incorporaron y entraron de golpe en la cocina, provocando ser vistos por las criaturas. Aquellos cuerpos sin vida se alertaron entre ellos, y comenzaron  a arrastrar sus cadavéricos pies hacia las cocinas para atraparles. Anna, que poseía las llaves del Joe'S Cocó, echo la llave a la puerta de la cocina, una gran puerta metálica y resistente a todo tipo de golpes y quemaduras.

- ¡Lo conseguimos! - exclamo Anna con alegría -

- No cantes aún victoria - mascullo Barny -

El gran cuerpo robusto de Barny, tapo a Anna detrás de él al ver a dos criaturas que salían de la zona de refrigeración de la carne, y a otras dos criaturas del gran almacén de comida que estaba al lado de la cocina. Leo tomo en su poder uno de aquellos cuchillos que tanto odiaba, y se quedo en guardia para enfrentarse a ellos. Aparte de las cuatro criaturas de las cocinas, al otro extremo de la puerta, los demás cuerpos comenzaron a golpear la puerta, emitiendo gran ruido y trayendo la atención de más de ellos. El trío de Joe'S Cocó se encontraban entre la espada y la pared.




5 comentarios:

  1. Tiene la intriga zombie que a mí me gusta. Está muy bien, estoy deseando saber si consiguen por fin salir de ese lugar y lo que le deparará a la joven sola en las calles de Liberty City con esos seres merodeando por las calles en busca de carne fresca.

    Mi única pega, mínima, es que revises algunas palabras que no acentúas. La mayoría de ellas son en pretérito perfecto simple como... PASEÓ, SUSURRÓ, CONTINUÓ... que no las presentas acentuadas. Por lo demás, muy buen comienzo y con ganas de más.

    Ah, mi opinión sobre el diseño... Está muy currado, acorde a la historia. Sigue así.

    ResponderEliminar
  2. Creo que no puedo hacer otra cosa que pasarme por aquí si tu pasas 10 minutos de tu tiempo por el mío. Yo siempre comento, no tienes que hacer lo mismo si no quieres.

    Respecto al primer capitulo.. está genial, consigues que haya esa intriga de pensar si lo consiguen o no. Yo ya quiero saber si salen de allí o no y que pasa con la otra chica. Leeré los siguientes. Pero antes de subir a blog los capítulos, acentúa las palabras. Por lo demás está genial. Un beso. Nos leemos pronto ;)

    ResponderEliminar
  3. Me encanta tu historia, no se cuantas veces te lo voy a decir en cada capitulo si hace falta, y alhora cuando pueda mirare de que va el concurso y claro me apuntare, besos

    ResponderEliminar